viernes, 5 de junio de 2015

ACTIVIDAD 6: ARTÍCULO FINAL

Para comenzar, daremos un gran paseo por todos los conocimientos adquiridos en la asignatura de literatura infantil y lo relacionaremos con las distintas actividades que hemos hecho a lo largo del semestre.

Tradicionalmente, la literatura para niños ha tenido la finalidad de transmitir enseñanzas morales y didácticas específicas. Hablamos de textos paraliterarios, textos que no pueden considerarse literatura como tal, sino que lo consideraremos como un punto a parte de la literatura. Esto no supone que tengan un valor menor o que no deban utilizarse, sino que tiene usos distintos a los textos literarios.

No es hasta mediados del siglo XX que cambia el concepto de infancia y sus necesidades, es entonces cuando la literatura infantil nace como una experiencia artística y una identificación afectiva con los personajes. La literatura infantil está enfocada a proporcionar placer y disfrute y puede llevar consigo enseñanzas implícitas, sin estar inculcadas, que los lectores pueden averiguar por sí solos. Además la literatura infantil aporta descubrimientos para los lectores sobre ellos mismos y sobre lo que les rodea.

Hablamos, ahora sí, de textos literarios, textos cuyo principal objetivo ha de ser artístico y debe predominar en ellos la función poética a través del simbolismo del lenguaje, del uso de estructuras lingüísticas y figuras literarias específicas. Además, son textos de ficción aunque estén inspirados en hechos reales y forman parte de uno de los tres géneros literarios: narrativa, poesía o texto teatral.

Así pues, la ficción y la intención es lo que marca la gran diferencia entre textos literarios y paraliterarios.

Una vez producido este cambio de concepto y de enfoque de la literatura para niños, los autores comienzan a crear y adaptar cuentos de acuerdo a la psicología y a los procesos emocionales del niño junto a sus necesidades e intereses a través personajes con los que puedan sentirse identificados. Aparecen pues, los primeros libros de autor y tras su éxito, su proliferación.

Para un buen uso y análisis de los textos de autor habrá que tener en cuenta:

- Su aspecto externo y su manejabilidad, que sea atractivo y pueda manipularse sin dificultad.

- Las ilustraciones, muy necesarias para según qué edades.

-La tipografía.

- La estructura. La lineal será la más adecuada y utilizada normalmente.

-Los temas que impliquen atendiendo las necesidades y momento evolutivo de los lectores.

-Los personajes, que sirvan para que los niños se identifiquen con ellos.

-Los valores que se ajusten a los receptores o por el contrario, los contravalores.

-El lenguaje, que sea comprensible y adecuado para los lectores, así como el empleo de la función poética y estructuras literarias concretas: metáforas, repeticiones, onomatopeyas…


Tras este resumen sobre mis aprendizajes en cuanto al primer tema, he descubierto la diferencia entre textos literarios y textos paraliterarios, algo que al comenzar esta asignatura desconocía.

Creía que prácticamente todos los libros, en especial los enfocados a infantil , pretendían algún tipo de enseñanza más que el simple hecho de su carácter artístico y su finalidad de entretener.

Conocer libros de autor y realizar un análisis completo me ha servido para saber seleccionar los más apropiados en función de las necesidades e intereses de los lectores.

Además he aprendido a ver los temas que conllevan de manera implícita y ver cómo se adecuan o no al momento evolutivo de los niños.

Me resulta verdaderamente fascinante, las emociones que desprenden estos libros, que los niños puedan identificarlas y el poderlas trabajar con ellos de manera natural.

Además considero que este tipo de libros, además de resultar de gran interés para los pequeños, pueden facilitar su desarrollo integral en especial en el ámbito cognitivo y socio-afectivo.

Continuemos con los textos folclóricos. Este tipo de textos se caracterizan por ser anónimos, por ser transmitidos de forma oral de generación en generación durante siglos y por poseer multitud de variantes debido a las distintas adaptaciones.

Los textos folclóricos pueden ser en verso, en prosa o pueden ser representados mediante el teatro.

Estaría bien destacar en este apartado los cuentos folclóricos y sus características comunes según Vladimir Propp:

Situación Inicial: Se presenta al personaje principal y el entorno.

Las pruebas: El personaje principal debe superar una serie de obstáculos.

Las ayudas: El personaje principal recibe ayuda de otros personajes para superar las pruebas.

El desenlace: El personaje principal logra su objetivo y supera las pruebas. El final es feliz y normalmente hay algún cambio de categoría social de algunos personajes.

Este tipo de cuentos no pretende que el niño se identifique con los personajes sino que llevan inmerso un simbolismo concreto: representar el paso de la infancia a la vida adulta, un viaje iniciático.

A la hora de hacer adaptaciones de textos folclóricos es importante no censurar nada con excusa de que el niño no lo va entender. Hay que modificar aspectos respetando los matices y motivos claves de la historia.

Por lo tanto, soy consciente de la importancia de seguir transmitiendo los cuentos folclóricos en el aula siempre mediante la transmisión oral. Realizar las adaptaciones o modificaciones pertinentes en cuanto al lenguaje y a las distintas situaciones teniendo en cuenta la edad y el momento evolutivo de los niños, sin perder la estructura lineal, los motivos clave y su especial simbolismo.

También creo que es conveniente no incluir imágenes con la narración, puesto que suelen estar estereotipadas y no son necesarias, además van a interrumpir la capacidad de crear o imaginar de los niños. Añadir la importancia de las fórmulas concretas de entrada y salida como elemento de apertura y de cierre de la narración.

Los cuentos folclóricos son un gran recurso para estimular la imaginación y la fantasía, la escucha activa y el desarrollo del lenguaje. También desarrollan la personalidad y liberan los miedos inconscientes. He descubierto que no todas las adaptaciones son válidas y que existen adaptaciones muy “malas” de grandes cuentos populares que pierden todo su simbolismo y sus motivos principales.

Por tanto, soy capaz de reconocer y seleccionar cuentos folclóricos adecuados para los niños así como adaptarlos. El folclore debe utilizarse como un elemento lúdico y motivador y debe reivindicarse como tal.

Hablemos ahora de las formas de narración literaria: cuentacuentos, narración con libro y lectura.

La hora del cuento es un momento que los niños reciben con mucho entusiasmo y debe ser llevada a cabo mediante una previa selección de un cuento atractivo para los niños. El narrador debe entonar, marcar los ritmos y pausas necesarias e interactuar con los oyentes para que éstos participen de la narración y se introduzcan en ella sin perder el hilo.

La técnica del cuentacuentos, ideal para cuentos folclóricos, permite crear una conexión mágica entre el narrador y los oyentes y dar rienda suelta a la imaginación.

Para ello el narrador deberá caracterizarse y optar por un tipo de narrador u otro: cómico, misterioso, testigo… y entonar según la elección. Además tendrá que utilizar fórmulas específicas de entrada y salida de la historia para crear ese ambiente mágico del que hablamos, hablar claro y despacio, detener o acelerar la narración según las distintas situaciones, marcar el ritmo y las pausas necesarias dentro de la narración para interactuar con los oyentes.

Para la narración con libro, es imprescindible mostrar las imágenes puesto que está pensada para la descodificación gráfica; no se trata de leer sino de narrar la historia con apoyo de las ilustraciones, por lo tanto la entonación y el ritmo también jugarán un papel importante en este caso.

En cuanto a la lectura hay que tener en cuenta aspectos como la entonación, ritmo, volumen, expresividad, pausas, interactuación… Hay que leer despacio y vocalizando, sin exagerar ni cambiar las voces de los personajes.

El momento del cuento para el niño es un momento especial, es una forma de acercar al niño a la lectura, de estimular su imaginación y de desarrollar sus capacidades intelectuales, cognitivas, lingüísticas y socio- afectivas.

Considero imprescindible fomentar actividades de este tipo en el aula para que el niño disfrute del placer de escuchar un cuento y para despertar en él el interés por la literatura.

Las creaciones literarias, es otra actividad enriquecedora para realizar en el aula. Pueden ser en prosa, en verso o pueden ser creaciones dramáticas; los podrá realizar el maestro o podrán llevarse a cabo mediante la participación de los alumnos, con la ayuda de la maestra, con ayuda de los padres. Hay que tener en cuenta los materiales que se van a utilizar: que sean sencillos y seguros.

Es una manera motivadora de implicar a los niños en los procesos de lecto- escritura, así como para desarrollar su imaginación y su creatividad y para acercarlos a la literatura. Los niños se disfrutarán con este tipo de actividades y se darán cuenta de sus capacidades y habilidades para crear, inventar, imaginar... Aprenderán u nos de otros, tendrá lugar un aprendizaje cooperativo.

Finalmente, tener un espacio en el aula para fomentar la lectura es fundamental. La biblioteca de aula tiene que ser un lugar cómodo y acogedor, que invite al silencio y al placer de leer. Tendrá que estar ambientado de manera atractiva, con mobiliario adecuado a la edad de los lectores. Los libros tendrán que estar organizados y gestionados de manera clara y sencilla para que los niños puedan responsabilizarse y manejarse de forma autónoma. Es importante implicar a los niños en la creación de carteles y murales para la biblioteca, permitirles que traigan libros de casa y que puedan llevarse a casa un libro cada semana.

He disfrutado mucho con las actividades realizadas en esta asignatura y han sido de gran utilidad. Hoy en día soy consciente de todo lo que la literatura infantil abarca y de cómo poder llevarla a cabo en el aula a través de una correcta elección de libros, la transmisión del folclore, la hora del cuento, creaciones literarias y la creación de un espacio llamativo para despertar el interés por la lectura.

Para concluir debo decir, que la metodología que sigue Irune para su asignatura me parece no solo original, sino efectiva. Siempre se han tenido en cuenta los exámenes para evaluar a los demás , pero no me parece una verdadera forma de descubrir los conocimientos que tiene cada uno ya que la gente estudia para un examen y a las dos semanas se le ha olvidado todo.

Esta metodología en la cual puedes hacer tu propio blog y realizar actividades mucho más amenas que otros trabajos, me parece un nuevo método de aprendizaje que a la larga nos servirá de gran ayuda.

Sólo me queda dar las gracias a Irune por todo pero, en especial, por enseñarnos que existen otras formas de aprender diferentes a las convencionales y que pueden ser , incluso , más adecuadas que las anteriores.


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